No soy lo que buscas, no soy alta ni tengo mucho dinero, no me da miedo engordar ni la cantidad que como así que cuando paseemos seguramente compraré alguna golosina, me gustan las chuches, lo dulce hasta el punto de que mis besos son los más dulces que has probado, también me gusta lo amargo... Siempre pierdo al póker, pero soy un hacha jugando al billar, suelo mentir mucho pero mis mentiras son tan increíbles que ni te darás cuenta de las que digo, suelo llorar por cualquier tontería, pero suelo ser tan divertida que te dolerá a más no poder el hueso de la risa y te despertarás al día siguiente con agujetas en la barriga la verdad es que mi risa es tan contagiosa que cada vez que me ría querrás más.
Esas cosas que dices que tengo tan bonitas a ambos lados de mi rostro son marca de fábrica, soy muy nerviosa incapaz de sentarme sin moverme, hablo demasiado y en ocasiones muy rápido, aunque suelo enfadarme con facilidad me desenfado con rapidez (tan rápido llega tan rápido se va), lo que puedo prometerme es que nunca te aburrirás conmigo, te llegaré a volver loco y en ocasiones vas a querer tirar todo por la borda y salir corriendo de lo pesada que me pongo a veces, me gusta ser imprevisible y saldrás conmigo sin saber lo que te espera, puede que me quede contigo 100 años o puede que te deje mañana y me vaya a que me receten otro novio, eso no lo sabemos todavía.
Te irás dando cuenta con el tiempo de que suelo ser un tanto caprichosa, cabezota y coqueta, soy muy vergonzosa aunque no lo parezca para según que cosas, suelo cantar bajo la ducha y me encanta dormirme pensando en como me gustaría que pasasen las cosas contigo, cuando entres en mi habitación olerás a incienso (Me gusta ese olor), me gustaría gritar tu nombre cada día, no te prometo que no vaya bien pero pondré todo lo que esté a mi alcance para que lo nuestro salga bien.
El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una, pero aunque se parezcan los miedos son tan personales y diferentes como puedan serlo todas las familias del mundo, hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con lo que uno aprende a ir conviviendo, hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser... Hay miedos que nos van dejando la conciencia, el miedo a ser culpables, el miedo a ser culpables de lo que le va pasando a los demás y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido, como el miedo a la muerte, como alguien a quien queremos desaparezca y hoy he escuchado a un tal boisset en la tele, un señor encantador que decía que la felicidad es la ausencia del miedo y entonces me e dado cuenta de que últimamente ya no tengo tengo miedo.
Librarse del miedo es como quitarse la ropa delante de alguien, a veces cuesta, pero cuando empiezas lo único que tienes que hacer es seguir, sin dudar, y de repente te das cuenta de que el miedo ya no te pertenece, ha desaparecido como esa ropa que algún dejas de usar.
Dicen que a lo largo de nuestra visa tenemos dos grandes amores, uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre de tus hijos , esa persona con la que consigues al compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella... Y dicen que hay un segundo amor, una persona que nunca puedes olvidar, alguien con quien ya naciste conectado, que cuando encuentras a esa persona ni las leyes de la química ni la razón de una persona os impedirá ser feliz. Llegarás a pasar muchas noches necesitando un beso suyo, su olor, su calor incluso la forma en la que te abraza, pero...¿ Sabes que pienso? que para mi no hay ni una ni segunda persona en mi vida, sólo estás tú en ella, los otros son pruebas, como esas pruebas de experimentos que siempre dan fallo hasta que logras encontrar el error.
Casi tan nerviosa como el primer día que te vi, mi corazón tiritaba cada vez que me acercaba, parecía el ayer convertido en el presente... Y una vez más, sucedió...'Sin darte cuenta, sabes que estamos hechos el uno para el otro'
¿Me has oído decirte que te quiero? porque sino te lo repito.
Tú, y tu sonrisa me habéis contado esta historia.
¿Alguna vez haz tenido un amor de esos que se te clava en el pecho y no te deja respirar?
Pues yo si.
Si tú saltas yo salto, si tu te quemas yo ardo, si a ti te pegan un tiro yo sangro.
Te quiero